El Trastorno del Espectro Autista (TEA) se manifiesta de diferentes maneras en cada persona, pero existen algunas características comunes que permiten comprender mejor esta condición. En este módulo exploraremos cómo el TEA influye en la comunicación y el lenguaje, la interacción social, los patrones de conducta y las sensibilidades sensoriales.
Es importante recordar que cada persona dentro del espectro es única, y estas características pueden presentarse en distintos grados y combinaciones.
El desarrollo del lenguaje en personas con TEA varía ampliamente. Algunas pueden desarrollar un lenguaje fluido y extenso, mientras que otras pueden comunicarse con palabras sueltas, gestos o sistemas de comunicación alternativa.
Las estrategias para mejorar la comunicación incluyen el uso de apoyos visuales, frases concretas y entornos donde la persona con TEA se sienta segura para expresarse.
Las personas con TEA pueden experimentar dificultades en la interacción social debido a diferencias en la forma en que procesan la información y las emociones. Esto no significa que no quieran relacionarse, sino que su manera de hacerlo puede ser distinta.
Acompañar con paciencia y claridad, respetando su forma de interactuar, facilita la construcción de relaciones significativas.
Muchas personas con TEA desarrollan intereses profundos en temas específicos y establecen rutinas que les brindan seguridad y estabilidad.
Estas conductas no deben verse como un problema, sino como una forma natural en la que las personas con TEA procesan el mundo. Respetar sus tiempos y estructuras contribuye a su bienestar.
Temple Grandin
Las personas con TEA pueden experimentar el mundo sensorial de manera más intensa o reducida en comparación con el resto de la población.
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